“Realmente no soy una persona feliz. Es una cuestión de temperamento. Tengo una tendencia hacia la melancolía. Te puedes sentir bastante feliz siendo melancólico. Es una espada de doble filo. Aquello tiene cierta ironía, creo que la palabra -felicidad- debería ser usada con un gran cuidado. Puedes usarla para describir momentos, quizás. ¿Qué es la felicidad? Es euforia. Un sentimiento positivo que de pronto brinca más allá del sentirse meramente bien. Yo podría decir que era feliz cuando recién caí enamorado. Puedo estar en una especie de éxtasis. O cuando ganas un gran premio y el sentimiento es fabuloso. -Esto es maravilloso, hoy estoy realmente feliz- Eso no cambia el hecho de que despertaré a mi viejo ser. Y eso está bien, si tú estás razonablemente contento con tu vida. Si estás satisfecho, con una consciencia razonablemente clara, si vives razonablemente bien, entonces eso es un enorme privilegio. No muchos logran eso. Es una cuestión sin sentido preguntarte si eres feliz. Ser capaz de decir -no soy feliz- es ya una gran cosa.”
