Desayunas carcajadas en el anochecer,
subida a tus infinitas plataformas.
La peca de al lado de tus bordes se difumina,
el brillo de sus ojos detona en tus labios, cuando sonríen, cuando tiemblan,
cuando los tatúas de rojo, como burdeles.
La ves pasar y enciendes tus mejillas pelirrojas, peligrosas.
La inocencia de sus piernas desorbitadas,
se entorpecen con tu esquizofrenica sensatez,
tus andares anestesian la noche, y desayunas.
Quizá no eran almas gemelas,
quizá eran almas errantes.
Certero remate final,
ReplyDeletenos leemos.
Besos.
Que lindo texto has subido, me encanto!!!
ReplyDeleteUn saludo
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ReplyDeleteMe encanta, te sigo
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