April 6, 2013



El primer día de clase, el profesor trajo un frasco enorme: 
- Esto está lleno de perfume -dijo a Miguel Brun y a los demás alumnos-. Quiero medir la percepción de cada uno de ustedes. A medida que vayan sintiendo el olor, levanten la mano. Y destapó el frasco. Al ratito nomás, ya había dos manos levantadas. Y luego cinco, diez, treinta, todas las manos levantadas. 
- ¿Me permite abrir la ventana, profesor? -suplicó una alumna, mareada de tanto olor a perfume, y varias voces le hicieron eco. 
El fuerte aroma que pesaba en el aire, ya se había hecho insoportable para todos. 
Entonces el profesor mostró el frasco a los alumnos, uno por uno.
 El frasco estaba lleno de agua. 


(E. Galeano - "El libro de los Abrazos")